Hace algunos años, la tecnología nuevamente se modernizó y llegaron los equipos de 64 Bits. También comenzó a llegar el software de 64 Bits. En conjunto, software y hardware traían ventajas y muchas dudas. Todos los cambios tienen su opositor. Múltiples excusas (o argumentos) se oían para no utilizar 64 Bits: “Ocupan más memoria”, “Funciona más lento”, “No hay drivers para 64 Bits”, “¿Por qué cambiar si con 32 Bits anda bien?”, etc.
La realidad es que el cambio a 64 Bits es inevitable, si bien equipos y software de 32 y 64 Bits conviven desde hace algunos años, Microsoft dio el puntapié inicial con Exchange 2007. Aunque existían versiones de 32 y de 64 Bits, la versión de Exchange 2007 de 32 Bits no estaba soportada para entornos de producción, solamente como testeo. En el año 2009 salió al mercado Windows Server 2008 R2, siendo el primer sistema operativo de Microsoft que solamente tiene versión de 64 Bits. A principios de noviembre Exchange 2010 fue lanzado al mercado, y no tendrá versiones de 32 Bits ni para realizar un laboratorio de test, solo 64 Bits.
Utilizar 64 Bits nos permite direccionar más memoria; al utilizar más memoria, podemos atender más consultas concurrentemente y de forma más rápida, ya que no hace falta bajar contenido de la memoria al disco rígido.
Hace años que los nuevos equipos que compramos soportan 64 Bits; el software de 32 Bits está desapareciendo. No hay que tirar hoy nuestro soft y hard de 32 Bits, pero sin duda ya tenemos que dejar de tenerle miedo a los 64 Bits.
Native x64 Software from Microsoft
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